Cosas varias que encuentro por ahí...

miércoles, 5 de agosto de 2015

El complot mongol, de Rafael Bernal

    Otro libro que me dejó Fernando. Novela negra mexicana de los años 60. Un sicario sin escrúpulos es encargado que investigue un complot internacional para asesinar al presidente de EEUU en una visita a México. Para ello tiene que coordinarse con un agente de la CIA y otro del KGB; la investigación arranca en el barrio chino del DF y empieza a complicarse poco a poco. Con cada nueva complicación el pistolero se carga uno o dos de los que se encuentra. Pero poco a poco va haciéndose más honesto porque se enamora de una china a la que acoge en su casa.

    Estaba bien; buena lectura de verano.

The Swerve, de Stephen Greenblatt

    Este es un ensayo MARAVILLOSO sobre el De Rerum Natura de Lucrecio, de cómo se perdió, de cómo se recuperó, de toda la gente que estuvo envuelta en ambos sucesos, y de lo que Epicúreo defendía. El título hace referencia a el pequeño desvío en su trayectoria que los átomos sufren y que justifican que se forme la materia; Greenblatt lo usa para referirse a cómo las ideas del Renacimiento cambiaron la historia.

    Lo leí con auténtico placer. Ni sobra ni falta nada. Bellísimo.

Naruto, volúmenes 63 a 66.

    Más peleas incomprensibles de Naruto (al menos gráficamente), pero donde vuelve otra vez a aglutinar a todos sus amigos para pelear con él, como si estuvieran en la barra de cualquier bar un sábado a altas horas de la madrugada. Al menos la historia empieza a ser más explícita respecto a cómo se crearon las villas, y a cómo el clan de los Itachi se vio envuelto en todas las tramas que no había forma de entender al inicio.

No está mal, la verdad. Y son fabulosos para coger el primer sueño.

Cándido y otros cuentos, de Voltaire

    Cinco cuentos de Voltaire. Salvo por el Cándido, todos son bastante malos y casi infantiles en la sátira. Pero las historias de Cándido jurando y perjurando que vive en el mejor de los mundos posibles mientras le acaecen todo tipo de desgracias siguen siendo magníficas.

lunes, 6 de julio de 2015

Lectura insólita de "El Capital", de Raúl Guerra Garrido.

    Muy buen libro. Un industrial vasco es secuestrado; al mismo tiempo un periodista entrevista a diversas personas sobre su vida. Estos párrafos, escritos de forma coloquial, se alternan con la narración de las impresiones del industrial en su cautiverio.

    Garrido aprovecha para describir el crecimiento de la industría vasca desde el final de la guerra hasta el final del franquismo, dando voz a obreros, técnicos, gente normal, el médico, la familia del secuestrado y hasta algún etarra. Me pareció un libro excelente, y me ha despertado las ganas de leer algún libro más de este autor.


Seda salvaje, de Eloy Tizón.

    Novela corta de este escritor cuyos cuentos me fascinaron. No está mal, pero me dio la impresión de que no la remata de forma adecuada.

    Un personaje gris, interesado en saber lo que sus congéneres callan, contrata a un detective que siga a la mujer con la que se va a casar en poco tiempo. Descubre cosas de su pareja que no conocía, y que enturbian la relación más allá de lo que se puede arreglar.

    Me parecieron flojos el personaje de la novia (cuyos problemas psicológicos nunca quedan claros), ni el detective, que parece de chiste. Pero aún así, creo que fue una lectura interesante.

El archivo de los viudos negros, de Isaac Asimov.

    Ye puse mis impresiones en la entrada anterior. Bastante flojo.