Cosas varias que encuentro por ahí...

domingo, 25 de octubre de 2015

Ways of seeing, de John Berger

Buenísimo. Muy interesante. Es casi un script de su serie de televisión, pero se agradece poder pararse a pensar en alguno de sus argumentos. La historia del arte debe verse como la historia de los poderosos, abandonando mistificaciones.

Chess for zebras, de Jonathan Rowson

    Botvinnik hubiera mandado a Rowson a Siberia. Y hubiera tenido razón. Este libro es posmoderno, lleno de teorías obviamente falsas que se ponen porque suenan bien con ejemplos que no ejemplifican nada, donde la razón final de que una de los dos lados pierda no tiene nada que ver con lo que Rowson dice.

Pero a los tontos les gustará porque les hace sentirse inteligentes. Como el posmodernismo.

Diablo guardian, de Xabier Velasco.

    Una excelente novela mexicana, algo enloquecida, sobre las aventuras de una chica que escapa de casa de sus padres en el DF para irse a Nueva York, donde tras robar y fundirse los ahorros (ilegales) de sus padres, tiene que dedicarse a puta. La historia se narra con dos voces; una en primera persona de ella, y otra del escritor (en tercera persona). Muy interesante.

Como la lluvia, de Jose Emilio Pacheco.

    Uno de los últimos libros de poesía de Emilio Pacheco. Bastante bueno, aunque hay algunos poemas bastante tediosos. Pero se perdonan con la profundidad de unos, y lo certero de otros.

"Todo es jamás para siempre".

Cinismo ilustrado, de Eduardo Salles

    Me gusta mucho la página de Cinismo Ilustrado, con sus viñetas siempre sutiles. El libro está bien a ratos, pero no eligió las mejores. Se puede leer, pero no da para más allá de media hora más o menos entretenida.

Te odio como nunca quise a nadie, de Luis Ramiro.

    Una mierda. Los versos bordean el ripio. Abunda de cursiladas. Igual hay un par de imágenes afortunadas, pero lo mejor es evitar este horror.

domingo, 11 de octubre de 2015

Parpadeos, de Eloy Tizón

     Tenía muchas ganas de leer otro libro de cuentos de Eloy Tizón. Pero los primeros relatos de este libro me decepcionaron mucho (excepto quizás el del niño, el pez, y el padre que le miente); sin embargo el último cuento salva el libro. Me pareció maravilloso, con una forma sutil de hablar del paso del tiempo, de la fugacidad de todo lo que existe y de como se escapa la existencia. Magistral.