Como seguía cansado, me puse a leer este libro que compré para que mi madre tuviera algo policíaco que leer en la residencia. No encontré nada de Simenon, así que me decidí por esta autora que recuerdo que le gustaba a mi suegra. A mi madre también le gustó, y según ella, mucho.
Mi conclusión es que esta autora gusta sobre todo a las mujeres mayores, porque a mí no me terminó de cuajar. Petra Delicado se me hizo un poco boba y amargada, con ganas de sentirse inferior todo el rato y amargando a la gente alrededor suyo. La historia en sí, sobre un sujeto que comete varias violaciones y marca a las víctimas en el brazo antes de abandonarlas, avanza muy lentamente, y lo cierto es que me aburría a ratos. Cuando el violador aparece asesinado, es evidente quién es el asesino, lo que lo hace aún más triste. Ya, ya sé que las novelas negras no son para adivinar quién es el culpable, pero es que esta novela tampoco era realmente negra. Léala si le apetece, pero sepa que tampoco va a descubrir algo espectacular; apenas sirve para pasar el rato, y probablemente hay mejores formas de hacerlo.
Cosas varias que encuentro por ahí...
jueves, 15 de marzo de 2012
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