Cosas varias que encuentro por ahí...
viernes, 15 de febrero de 2013
Daniel Dukke and Ferdinand Fox, de John Staton
Comic amateur que leía en el Diamondback mi primer año en Maryland. Malo de cojones. Ni se ven los personajes. Pena me da de haberme gastado el dolar que me costó... Aunque fue agradable volver a acordarme de los sitios cercanos a la Universidad, como el Rendezvous, el Bagel Place, el Rosborough Inn, etc. Aparte de eso, no vale nada.
Nada, de Carmen Laforet
Últimamente muchos de mis amigos expresaban sorpresa ante este libro que, hasta entonces, nunca había llamado mi atención. Lo leí, y me gusto mucho. Es la primera obra de Laforet, y muestra una maestría importante en las descripciones, situaciones, creación del ambiente, y evolución interior de los personajes. A veces peca un poco de melodramático, pero tampoco sabría decir si la vida de la Laforet en la Barcelona de posguerra era muy diferente. En cualquier caso, un libro que hay que leer alguna vez en la vida, y que hace preguntarte qué hubiera sido del genio de la autora si hubiera podido vivir en una España menos claustrofóbica que la franquista...
El mundo alucinante, de Reinaldo Arenas
Descripción enloquecida de las aventuras de un fraile perseguido por todos hasta que ayudan a traer la independencia de México Tampoco lo volvería a releer, aunque me pareció un libro notable.
El marino que perdió la gracia del mar, de Yukio Mishima
Un marino decide abandonar el mar, que parece no ofrecerle la inmensidad que buscaba, y se establece con una comerciante y su hijo. Éste es un tarado de mucho cuidado, parte de un grupo de pequeños fascistas.
No demasiado bueno; alguna imagen es maravillosa (la pérdida de la virginidad del marino a borde de un bote anclado que le permite ver el cielo estelado en el momento culmen), pero en general no llegó a interesarme demasiado la trama, y me sentí como si Mishima hubiera llegado a echar a perder la novela.
No demasiado bueno; alguna imagen es maravillosa (la pérdida de la virginidad del marino a borde de un bote anclado que le permite ver el cielo estelado en el momento culmen), pero en general no llegó a interesarme demasiado la trama, y me sentí como si Mishima hubiera llegado a echar a perder la novela.
Naruto, vols 44 y 45
Más Naruto y sus luchas incomprensibles; ni sé quien gana la mitad de las veces, ni quién golpea a quién, ni por qué se pegan. Sólo sé que al final va a ganar Naruto y que voy a dormir como un bebé.
The master of Go, de Yasunari Kawabata
Un libro moroso, casi inmóvil, sobre la lucha entre la vejez y su inevitable sustitución por la juventud, representadas en la partida final de Go entre un viejo maestro y un discípulo aventajado. Crónica periodística de Kawabata, que gastó varios meses escribiendo reportajes sobre el match. Quizás me hubiera beneficiado si supiera un poco más de las sutilezas del Go, pero aún si no, merece la pena leer el libro.
Último round, de Julio Cortázar
Interesante y a veces un gran libro, pero menor cuando se le compara con los cuentos. Preocupaciones artísticas e intelectuales de Cortazar, junto con disquisiciones políticas. A veces parece dejar entrever otra realidad pero sospecho que este fenómeno no refleja más que la sensibilidad poética del autor.
The New York Trilogy, de Paul Auster
Me llegó a emocionar este libro. En la primera novela, me sentí completamente desarmado cuando descubrí de repente que todo lo que había pensado hasta entonces era falso, y que de hecho, el protagonista era algo completamente diferente a lo imaginado. Pero no me sentí engañado, sino conmovido. Ese momento me enamoró del libro como si tuviera otra vez 17 años. Las otras dos novelas son igualmente magníficas. La de Mr. Blue, espiando a otro personaje que escribe, y la del escritor que publica la obra de un amigo desaparecido y que termina ocupando la vida que éste llevaba. Auster juega con los significados, crea confusiones a posta entre los nombres y relaciones de los personajes, pero todo responde a una lógica oculta que el lector debe desentrañar capa a capa, activamente. Si no lo ha eído, no espere más para hacerlo...
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