Un marino decide abandonar el mar, que parece no ofrecerle la inmensidad que buscaba, y se establece con una comerciante y su hijo. Éste es un tarado de mucho cuidado, parte de un grupo de pequeños fascistas.
No demasiado bueno; alguna imagen es maravillosa (la pérdida de la virginidad del marino a borde de un bote anclado que le permite ver el cielo estelado en el momento culmen), pero en general no llegó a interesarme demasiado la trama, y me sentí como si Mishima hubiera llegado a echar a perder la novela.
Cosas varias que encuentro por ahí...
viernes, 15 de febrero de 2013
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