Una cursilada de aúpa. Con dibujitos de animales a los que son tan aficionados una cierta parte de los dibujantes españoles, tan monos ellos. Esto va de uno que no tiene oficio ni beneficio aparte de intentar dibujar, que no vende nada y que aparte de emporrarse cada noche, anda enamorado de una dependienta de una tienda donde compra las cartulinas.
Sé que tu padre te pagaba el apartamento y la vida de hipster, ¿pero realmente nos tenías que infligir esta mierda?
Cosas varias que encuentro por ahí...
domingo, 27 de octubre de 2013
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