Cosas varias que encuentro por ahí...

miércoles, 24 de junio de 2015

Las armas coloradas, de Arturo Islar Pietri

    Me gustó ete libro de Uslar Pietri, que era un señor que recordaba casi exclusivamente por sus plúmbeas intervenciones en el "300 millones". La novela se sitúa en los días de la revolución bolivariana en Venezuela. Sigue a un republicano cobarde dueño de una hacienda, y a su capataz, Presentación Campos, que solo sueña con la guerra y la gloria. Cuando el dueño marcha a una reunión de conjurados, el capataz se alza en armas, quema la hacienda y viola a la hermana del dueño. El resto son los pasos de uno y otro en huida y búsqueda respectivamente de la pelea.

    Buena lectura; me recordó a cuando descubría a uno de estos autores latinoamericanos y me pasaba varios días leyendo de forma continuada algunas de sus obras.

Prohibido suicidarse en primavera, de Alejandro Casona.

    Otro libro de a dos euros al lado de casa. Realmente no valía la pena. Una residencia de suicidas donde de forma disimulada se intenta que no se suiciden. A ella llegan diferentes personas, entre ellas una parje que se quieren. Pero hay que dar algo de tensión dramática para que esto no sea un episodio de Los Serrano, así que metemos al hermano del novio; odia a éste porque siempre ha estado a su sombra, ama a su novia, y encima no le puede ver. Al final todos felices, actitudes heroicas, y aquí paz y después gloria.

    Un poco cursi y pastelón. Pero así era el teatro de entocnes. No creo que se vuelva a montar en un teatro serio, aunque puede tener mucho éxito haciendo las rondas por los teatros de aficionados. Mucho sentimiento, ya se sabe...

sábado, 20 de junio de 2015

La sirena varada, de Alejandro Casona.

    Y bueno, otra obra de teatro española del siglo veinte. De este hombre recordaba algunas cosas que escribió para niños y que leí en el colegio. Creo que Flor de Leyendas. Esta obra siempre me había llamado la atención por el título. No es demasiado buena.

     Un joven rico se muda a una casa para vivir en un mundo de fantasía. Le llega una loca de la que se enamora. Montones de diálogos rosas de esos años. La loca se cura pero apenas. ¿Es mejor vivir en un mundo de fantasía que en la realidad? Lo que tú digas, Casona.

    Eso sí, me costó dos euros, y encima me vendieron un ejemplar sin las dos últimas páginas de la otra comedia que tenía el libro, "Las tres perfectas casadas"... Esta trata de un trío de matrimonios que son el ejemplo de la felicidad conyugal hasta que al creer que ha muerto un amigo, los maridos abren una carta póstuma que les ha dejado donde el amigo confiesa que se ha acostado con las tres mujeres. Teniendo en cuenta cómo dialoga el amigo (que resulta que no estaba muerto, que estaba de parranda), las mujeres debían ser unas panolis de cuidado...

viernes, 19 de junio de 2015

Eden, de Stanislaw Lem

    Una nave espacial se estrella en un planeta bastante extraño. Los seis ocupantes van arreglando la nave, y explorando el planeta en paralelo. Mi impresión es que lo que ellos llamaban explorar terminaba siendo siempre romper algo, matar a alguien, armar un gran cisco...

    Al final la sociedad que encuentran está completamente manipulada: los que mandan lo hacen de forma anónima. Los habitantes creen que nadie lo hace.

    Sí, es todo un montón de despropósitos, con el rollo extra de aguantar todas las explicaciones técnico/científicas de Lem cada vez que hay que justificar la más mínima cosa. Acaba pareciendo un mal texto de termodinámica o ingeniería. Terrible.

Mathematical Apocrypha Redux, de Stephen Krantz.

    Historias y anécdotas de matemáticos. Es la continuación de un primer volumen que tuvo bastante éxito. Me queda la impresión de que este libro se escribió con los descartes del primero, visto lo bien que vendió el otro.

    Hay con todo algunas historias realmente buenas.

Nuevo retablo de Don Cristobita, de Camilo José Cela.

    Cuentos cortos de Cela. Muchos de ellos parecen ejercicios, sin un final claro. Es como si se hubiera cansado escribiéndolos a la mitad. Mi teoría es que tenía que sacar algo para ganarse unas perras y tiró de las cosas que tenía en una carpeta.

    Con todo hay algún cuento soberbio, como "Las orejas de niño Raul", que leí por primera vez a los 10 años y que desde entonces he recordado siempre. Hubo algún otro, pero lo cierto es que ya los he olvidado. Quizás el de "Don Juan", sobre un filósofo de provincias que se especializa en el cuidado de jardines.