Cosas varias que encuentro por ahí...

lunes, 13 de diciembre de 2010

Wilson, de Daniel Clowes

  Es una novela gráfica casi dolorosa. Vemos la vida de Wilson y le vemos sufrir por la gente y mascotas que se van. Tiene un cierto humor, pero no te deja el cuerpo nada bien. En cualquier caso, tiene páginas memorables, como por ejemplo la última. Me parece imprescindible, pero porque es un poco como la vida, y la vida de Clowes es agridulce.

El palacio de los sueños, de Ismael Kadare.



Mi tío me dejó esta novela de Kadare, de quien no había leído nunca nada. Trata de un joven miembro de una familia importante que empieza a trabajar en el palacio de los sueños, una institución que se dedica a recopilar todos los sueños importantes del imperio (otomano) con la esperanza de descifrar en ellos todo aquello que pueda poner en peligro el país. La atmósfera es un poco kafkiana, aunque sólo un poco. Tiene pasajes realmente maravillosos, como aquel en el que el personaje debe quedarse hasta tarde interpretando sueños y al intentar salir del palacio, debe hacerlo por un patio adonde llegan de madrugada todos los mensajeros que traen los sueños de lejanas tierras. Una forma hermosísima de dar a entender la inmensidad y belleza del imperio.

Me disgustó un poco el tono nacionalista albanés del último tercio de la novela, pero supongo que es inevitable viniendo de dónde viene y de cuándo fue escrito.

Historias Fantásticas, Adolfo Bioy Casares

    Había leído las historias de este libro hace muchos años, y honestamente, no las recordaba en casi nada. Me gustaron menos que entonces, aunque las que me gustaron, me gustaron más. Me pareció soberbia la historia "La Trama Celeste", con un mundo donde triunfaron los cartagineses y no existen los celtas. Un detalle menor que me gustó mucho fue el detalle del camafeo con la diosa de cabeza de caballo. Hermosísimo. También me gustó la primera historia, "En memoria de Paulina", con un fantasma creado por los celos de un personaje que visita finalmente al otro. Y "El perjurio de la nieve". Batsante bueno. El resto me supieron a poco, casi afectados, o a veces directamente fallidos, como el del hombrecillo reducido por en Africa Central al tamaños de un ratón. Bastante malo, la verdad.

sábado, 20 de noviembre de 2010

Los relámpagos de Agosto, de Jorge Ibargüengoitia.

    Tras la revolución mexicana, un grupo de generales conspira para hacerse con el poder, hasta que de puro inútiles consiguen terminar destruyéndose a sí mismos. Todo ello escrito con el tono humorístico de Ibargüengoitia, que se dedica a lo que hace mejor: dar la voz a los personajes para que se puedan defender, mientras sus actos los van revelando como unos pobres tipos que hacen todo lo contrario de lo que pretenden hacernos creer. Un buen libro.

Julio Cortázar, "Papeles Inesperados"

     Una recopilación de textos de Cortázar que por alguna razón habían quedado sueltos en revistas, catálogos, inéditos, etc. Me agradó bastante el que dedica a la fotografía y la sorpresa. También la poesía que dedica a la mosca, los cuentos de los hermanos y el del arruinador de conciertos, y algunas de las páginas sobre Lucas.

    Y del resto, siempre el aire con que adorna todos sus textos. Me ha gustado mucho siempre Cortázar, desde que lo empecé a leer harán ahora 30 años,

sábado, 23 de octubre de 2010

La gangrena (1975), Mercedes Salisachs

A Mercedes Salisachs sólo le gustan Franco, los curas y Mercedes Salisachs, y no necesariamente en ese orden. Eso sí, odia todo lo demás: los hippies, los rojos, las lesbianas, los adúlteros, la alta burguesía catalana, la baja burguesía catalana, los criados, los señores, los que trabajan, los que viven del cuento y mejor paro aquí porque esto empieza a parecer un anuncio de esos de la coca cola.

Este libro recibiría el planeta, pero es infumable. Tuve que saltarme algunas de las partes en que habla con el cura porque me produijeron un aburrimiento insano. También corrí cada vez que se encontraba a su amor de infancia Lolita (¿quién puede llamar a un personaje Lolita después de Nabokov? Probablemente a la Salisachs tampoco le gustaba Nabokov); esos párrafos son de una cursilería inaguantable. Que duro debía ser ir a las reuniones sociales de la Salisachs y todos esos ricachones catalanes...

¿Quién me devuelve las horas perdidas leyendo este libro? Menos mal que conservaba el recibo de compra y pude devolverlo sin ningún tipo de remordimiento. Sólo un consejo: desconfíe de quien diga que le gustó este libro sin poner ningún matiz. Seguro que no se lo leyó...

Andre Weil, The apprenticeship of a mathematician

    Dentro de las autobiografías de matemáticos, ésta es la obra maestra. Weil no es sólo un gran matemático, sino un gran escritor, con un estilo ligero y casi desenfadado que parece no tomar nada demasiado en serio, salvo por su devoción por su esposa. Por otra parte, es admirable como al inicio del siglo, un niño de una familia burguesa parisina podía acceder a toda la selección del conocimiento humano, sin que el sistema educativo fuera une estorbo.

    La única parte que me pareció débil fue su argumentación para explicar su negativa a luchar en la segunda guerra mundial. Se me hizo poco creíble, y fabricada casi más como una excusa (muy bella) para intentar no ir a un lugar al que en realidad no queremos ir ninguno.

Historia de España, Joseph Pérez

    Gracias a la recomendación de Jose, en 2007 compré esta obra de Joseph Pérez en la biblioteca de Geomegrfía e Historia de la complutense. Empecé a leerla ese mismo año, pero en el paso entre los Austrias y los Borbones me sentí un poco cansado y decidí posponerla. Finalmente la terminé hace un mes, y no me arrepiento de todo el tiempo invertido en su lectura.

    Me pareció un libro de referencia básico, conciso, con una buena descripción no sólo histórica, sino también social, política y económica. Me gustó además especialmente el que Pérez pusiera un énfasis especial en demostrar que la historia de España no ha sido una de aislamiento, sino que muchas de sus influencias provenían de fuera, y como tales deben ser estudiadas en el contexto europeo. En cualquier caso, muy recomendable, y utilísima siempre que convenga dar un repaso rápido a alguno de nuestros periodos históricos. 

sábado, 9 de octubre de 2010

The center within (Gyomay Kubose)

Bastante simple, pero efectivo. No estaba mal. Parece simple, pero nunca lo es.

Sputnik Sweetheart (Murakami)

    He leído una buena parte de la obra de Murakami, y honestamente. gran parte de sus novelas dejan bastante que desear. Me gustan mucho "The wind-up bird cronichle", "Underground", "The elephant vanishes" (cuentos) y se acabó. El resto, aunque estén bien escritas, parecen repetirse a sí mismas, con giros del argumento forzados y conducentes a que el protagonista principal se termine yendo a la cama con cada personaje femenino que le ponga en ese momento a Murakami. Inaceptable. Sin embargo tiene mucho éxito, entre ese tipo de personajes con pretensiones intelectuales que hacen acopio de libros entre las mesas que adornan El Corte Inglés. 

    En esta novela, Murakami no debía llegar a la extensión adecuada para que fuera una novela. Se le había quedado algo que no era ni una novela, ni un cuento. Y como novela corta no funcionaba. Así que ¿qué hace? Pues lo siguiente. Un capítulo termina con el protagonista siendo informado de la desaparición de su gran amiga, y con la petición de que recorra medio globo terráqueo para llegar hasta la isla griega donde se ha producido el suceso. Las siguientes 70 páginas son la descripción de un viaje sin ningún tipo de interés; cuando el lector llega tan cansado como el protagonista a la isla, Murakami le hace esperar un poco más hasta que llegue la persona que le telefoneó. ¿Para qué? Para nada. Ninguna razón argumental. Tras otro par de páginas, el encuentro se produce, pero ¿nos enteramos finalmente de qué ha ocurrido? Pues no. Se van los dos a cenar y a darse una vuelta por el pueblo. ¡Pero qué es esto! clama el lector. ¡Cuéntame de una vez que pasó! Y quejarse puede todo lo que quiera, que hasta el día siguiente no se lo cuentan los personajes mientras desayunan tranquilamente. Si la desaparecida estaba siendo torturada en una mazmorra, estoy seguro que estaría muy contenta de la diligencia de sus amigos. Menudo par de huevones. Una engañifa, pero nada, sigan ustedes comprando en los grandes almacenes, que ahí hay mucha literatura de calidad... 

Life on Mars - Season 1 (BBC)

    Un policía sufre un accidente y al despertar se encuentra transportado a 1970. Sólo hay tres posibilidades: o bien está loco, o bien está en coma, o bien está muerto. ¿Cuál de las tres va a ser? La serie parece decantarse por la segunda, pero parece una opción demasiado evidente para ser la correcta.

    Es una serie corta (8 episodios por temporada), pero los actores son soberbios, los guiones son inteligentes, y la música es perfecta. Estoy disfrutando mucho con ella. Muy recomendable.

viernes, 10 de septiembre de 2010

V.I. Arnold, "Huygens and Barrow, Newton and Hooke"

 Había terminado hace muy poco tiempo el libro de Arnold en ecuaciones diferenciales ordinarias, así que esperaba que un libro de divulgación del mismo autor fuera no sólo entretenido, sino además que pudiera aprender algo. Tengo que decir que terminé un poco decepcionado. A veces parece que Arnold está más preocupado en criticar el sistema educativo ruso (aunque la mitad de ejemplos de problemas que ya no se enseñan, yo no sabría resolverlos ni siquiera cuando podía pensar...), y en general explica poco y de forma muy expeditiva aquello un poco más complicado. Quizás intentaba evitar el uso de ecuaciones, pero creo que en ello el libro sale perdiendo. O quizás es que simplemente yo no pude entenderle, o no andaba en el sitio adecuado...

jueves, 26 de agosto de 2010

Stupidity, un documental




Nada nuevo aquí, pero parece un buen complemento a "Amusing ourselves to death"

The proof

Manufacturing consent




Chomsky.

Orwell rolls in his grave




Completamente imprescindible.

Spin, un documental de Brian Springer



Un gran documental sobre los mass media y la política en los Estados Unidos.

martes, 24 de agosto de 2010

The map of my life, Goro Shimura.



Este libro es la autobiografía de Goro Shimura, el matemático de Princeton responsable de la conjetura de Shimura-Taniyama que llevó a la solución de la conjetura de Fermat. Tiene tres partes. Las dos primeras son una descripción de su infancia en Tokyo  durante los años previos a la guerra y sus años de estudiante durante ésta última y después de ella. A menudo los detalles a los que presta atención son mundanos, pero no por eso dejan de ser interesantes. La tercera parte es una descripción de su carrera científica, y aquí Shimura aparece como un personaje peculiar. Me dio la impresión de alguien convencido de lo que hace o dice, sin importarle lo más mínimo que aquél del que habla salga malparado. El libro también tiene una serie de apéndices. Algunos tienen sentidos, pero otros parecen puestos exclusivamente para dejar claro quién demostró qué primero.

Definitivamente, Shimura debe ser todo un carácter.

Dinos cómo sobrevivir a nuestra locura, Kenzaburo Oe.


    Me costó un poco terminar este libro, aunque no tiene más allá de 200 páginas. Son tres cuentos: el primero trata sobre la relación de un padre con su hijo retrasado, y con su madre que le oculta información sobre su padre. El segundo (que es el que más me gustó) cuenta la historia de un estudiante que se ve forzado a trabajar acompañando a un hombre que cree que un ser le acompaña desde los cielos. El último es una especie de pesadilla de un orate que cree estar enfermo con un cáncer de hígado, mientras relata la historia de su infancia. Ésta gravita en torno a su padre, que un día abandonó el ejercito siendo general para recluirse en su casa. Me pareció muy exagerado, con conversaciones estereotipadas que no desentonarían en un sanatorio mental. Me defraudó un poco, la verdad. Oé es un gran escritor y esperaba un poco más.

domingo, 15 de agosto de 2010

Las hermanas Gilda

    Vázquez es un genio. Y vago. La hermana gorda pasa una cantidad de horas en el campo incontable, y es que así Vázquez se ahorraba dibujar los fondos.

    Lo que le faltan a los niños de hoy en día son los tebeos en los que publicaba esta gente. Tanto superhéroe y tanto manga, y al final salen gilipollas todos...

Plinio, casos célebres - Francisco García Pavón


    Tardé en comprarme este libro porque ya tenía "Las hermanas coloradas", pero al final fue debido al mucho gusto que me produjo esta novela, lo que me hizo decidirme a hacerme con esta edición de Destino.

   Me gusta mucho el lenguaje de García Pavón, un poco arcaico y con esas expresiones pueblerinas que deben estar desapareciendo. No me gusta el tono machista con esos toques homófobos que sin embargo no van a desaparecer nunca en este país de iglesia católica y derecha retrógrada.

    Lo mejor del libro, aparte de "Las hermanas coloradas", son los cuentos cortos del final. El de la venganza entre dos ancianos porque uno le llamó al otro falín de pequeño, es inenarrable.

martes, 6 de julio de 2010

La muertas (Jorge Ibargüengoitia)

 Mi amigo Fernando Galaz me mandó este libro, ya que conoce mi debilidad por Ibargüengoitia. Trata sobre un hecho real que ocurrió en México durante los años 60.
http://izcoatl.wordpress.com/2008/07/06/las-muertas/

Aunque el tema es escabroso y la historia negra a más no poder, Ibargüengoitia lo trata con su habitual humor y economía expresiva. Era un auténtico maestro.

Amusing ourselves to death

Nunca había entendido demasiado bien aquello de el medio es el mensaje, pero tras terminarme este libro, he quedado convencido de que la televisión es espectáculo y poco más. Me pareció muy interesante la exposición que hace sobre la estructura de los programas informativos, un poco más en detalle que la que hace Chomsky en el documental de "Manufacturing Consent".

El libro está escrito en los ochenta, cuando la cosa empezaba...

P.S. Está es una entrada atrasada, ya que creo recordar que terminé el libro en abril...

miércoles, 10 de marzo de 2010

Historias de San Petersburgo (Nikolai Gogol)

Terminé este libro hace un par de días, y admito que pasé cinco noches fabulosas leyéndolo antes de irme a dormir. Contiene cinco cuentos clásicos: la avenida Nevsky, el cuadro, la historia de un loco, la nariz, y el abrigo.

Este último me maravilló. El protagonista es un chupatintas aburrido cuya mayor emoción vital es comprarse un abrigo para cambiar el que se le cae a pedazos. Se lo roban, y se muere. Vuelve de la tumba para torturar un poco a aquellos que no hicieron nada para ayudarle a recuperarlo, pero poco. Y aún así, me pareció un personaje universal, que no me cayó en absoluto mal, y que su desgracia se me antojó en absoluto pequeña. Un gran escritor.

The Mathematicians Brain, David Ruelle.

Leí este libro con ciertas expectativas, porque tenía idea de que Ruelle era un buen matemático y un buen divulgador. Me preguntaba que podría añadir a los clásicos de Hadamard y Poincaré. Tras terminar su lectura el otro día, puedo dar la respuesta sin temor a equivocarme:
nada. El libro no vale para nada. Es una sucesión de naderías, donde permanentemente apunta a las cuestiones principales para apartarlas inmediatamente con la promesa de retornar a ellas más adelante. Quizás se refiriera a un segundo volumen en preparación, porque lo que es en éste, ni contesta nada, ni hace amago de hacerlo. Además de tanto en tanto incluye desviaciones de difícil motivación para incluir algunas pruebas que ni interesan a un matemático general, ni mucho menos a un público general. ¿De verdad pensaba el autor que incluir "The circle theorem" (según lo llama) era necesario para mostrar una idea matemática? ¿No habia otra cosa más ilustrativa?

Al menos lo saque de la biblioteca, porque si llego a gastarme los 23 dólares que pide Princeton Press por semejante pastiche, voy a buscar a Ruelle a su casa, y le hago cenarse el libro. Sin sal.

El Bueno de Cuttlas, integral 1.


¡37!

La historia de cuando Cuttlas es pobre, vive en un banco del parque, le regalan un saco de billetes, y sus amigos lo prenden fuego para asar patatas es antológica. Y el resto del libro igual.

Que grande Cuttlas...

Los Robaiyyat (Omar Jayyam 1048-1131)


"De aquel jarro de vino, que a nadie perjudica,
llena tu copa y bebe, y sírveme a mi otra,
muchacho, antes de que haga, sin prestar atención,
con tu tierra y la mía un jarro el alfarero”

Pedazo de torero metafísico. 

lunes, 15 de febrero de 2010

El don de Vorace - Félix Francisco Casanova

 Después de todo, es una putada ser inmortal, y perder la fé justo antes de morirte.

martes, 9 de febrero de 2010

¿La puedo usar en el Doom?

Sería el no va más de la clase. Algo así como si Gloria Lomana jugara al Duke Nukem...

viernes, 29 de enero de 2010

Howard Zinn (1923-2010)




Muy mal mes.


Hace años, en la Complu, alguien me pidió una sugerencia sobre un buen libro de historia de los Estados Unidos. No pude evitar sugerirle éste otro, sabiendo de antemano que le escandalizaría.

jueves, 28 de enero de 2010

J.D.Salinger (1919-2010)


Siempre me gustó Salinger. Llevaba más de 40 años sin publicar, pero aún así voy a echar de menos la posibilidad de que hubiera vuelto alguna vez a hacerlo.

miércoles, 27 de enero de 2010

Félix Francisco Casanova




A veces, cuando la noche me aprisiona
suelo sentarme frente a una cabina telefónica
y contemplo las bocas que hablan
para lejanos oídos.


Y cuando el hielo de la soledad
me ha desvenado, los barrenderos moros
canturrean tristemente
y las estrellas ocupan su lugar, yo acaricio el teléfono
y le susurro sin usar monedas.



....
Félix Francisco Casanova, De la memoria olvidada(Hiperión, Madrid, 1990).


Tengo que pillar también su novela, "El don de Vorace", Editorial Demipage




Otra:






Suelo quedar dormido. Félix Francisco Casanova

Suelo quedar dormido
mirando la luz de una vela,
en mis sueños la llama incendia la noche
que cae como el telón al final de una tragedia,
el fuego sigue creciendo como un niño interminable,
en el sótano perecen los fantasmas olvidados
y en las calles sin salida
mis amigos se agolpan temblorosos.
Esa música crujiente
que avanza como un ejército de muertos,
el viento inflamable que destroza las estaciones
como la coz de un caballo en libertad,
así de fuerte es mi venganza,
así me ahorco con la soga del campanario
para que os persiga la música de metal
que mata.
Y nunca más haréis el amor
ni oleréis ese manjar que es el agua.
Pero cuando el tren del sueño
se detiene, es imposible describir
la tristeza que retorna a mis ojos,
testigos ridículos de ese trozo
de cera que se está consumiendo.




¿A qué podremos jugar
cuando el invierno emigre
y las lluvias cesen?
Ya no será tan fácil deslizarse
por la húmeda lengua del crepúsculo,
alzar el vuelo con los cuerpos
trenzados
y respirar por una misma boca.
¿Sería ésa la hora
de suponer perfecto nuestro estilo,
de, quizás, haber creado
la verdadera comunicación
para rechazarla luego?”

ERES UN BUEN MOMENTO PARA MORIRME. 




 a a María José

Amaneciendo y anocheciendo
a un mismo tiempo,
cariño, ¿no es ésta la forma
en que te gustaría vivir?
En mi cabeza hay un álbum
de fotos amarillentas
y lo voy completando con mis ojos,
con los más leves ruidos,
atrapando olores en el aire
y en cada sueño que sueño.
¿Sabes una cosa, pequeña?
La última página de mi álbum
tiene tu boca lluviosa mordiéndome un labio,
un disco de rock’n’roll
y calcetines de colores.
Mis ojos han sido rápidos,
te he hecho el amor con la ropa puesta
a través de una
larga pajita dorada
mientras cruzabas la calle
con el cabello ardiendo.
Pero ahora son tus pies
quienes dan mis pasos,
¡así que no te equivoques
pues me caería!
Te bebo en cada vaso de agua
que sacia mi sed,
mis palabras son claras como niños pequeños
o espesas como semen empapando cortinas,
pero hoy tengo que inventar
un nuevo idioma
para conversar con tus tiernos maullidos eléctricos
y los gritos de euforia
de la gente que vive en tu cabeza.
Debes saber que a veces
soy como un entierro interminable,
siempre triste y azul
subiendo y bajando
por la misma calle.
Pero otras veces soy un río de risa
corriéndome por toda la ribera,
haciendo el amor a la mar,
una felicidad contagiosa,
un revólver de amor, nena,
y voy a disparar justo a tu corazón
¡bang, bang!
¿te di?
Quiero arrollarte, enrollarte y arrullarte,
montaña de aguardiente
y tarde rojiza.

Eres un buen momento para morirme.




Un adolescente aburrido / es, ciertamente, un paisaje / muy triste, / y aún más / sabiendo que hay mujeres / que duermen / con la boca abierta / y docenas de parejas / que hacen el amor / en chino, francés, árabe / o en el idioma / de los delfines. / Por eso hay tantas butacas / en los cines / y tantas camas en las casas. // Y es que la inteligencia / es érótica / y el arte perfecto / el orgasmo (La misma vieja historia).
Las fotografías / de hermosos jóvenes muertos / en trajes de baño / son casi siempre / el más perfecto / de los recuerdos (Proverbio yankee)
Los relojes me quieren mal / como al hacer el amor por dinero / me venden un tiempo gastado, / una botella que sólo guarda / el perfume de su licor. // Y así, un vaso de fiebre, / un largo termómetro / como el brazo pálido de un muerto, / me hunden en los sueños sin retorno, / me arrancan el rostro como a un / derrotado boxeador (Síndrome nº 3)



"El autobús de medianoche
pasará por aquí, frente a tu casa.
Sonará tres veces el claxon

y oirás las risas contagiosas

de sus pasajeros.

Tú morderás la cortina de la ventana

y aferrándote a los muebles

romperás a llorar.

Justo la noche en que decidas

marchar

él faltará a la cita."



"Era flexible como un junquillo

y su nombre no hacía despegar los labios.

Ni al caminar por la más blanda arena

dejaba huellas, ni al lanzarse al mar

Nunca la lluvia consiguió mojarla

ni la hojarasca crujió a su paso.

No tengo la menor idea de dónde está.

;Lo sabes tú?"


lunes, 25 de enero de 2010

El caso Sorge


No conocía la historia de  Richard Sorge, el espía de Stalin en Tokyo que conoció con antelación la fecha del ataque de Hitler a la URSS. Este comic la relata con cierta soltura, aunque me disgustaron varias cosas: la historia se hace repetitiva, con multitud de páginas donde lo único que se ve es a Sorge bebiendo, el dibujo es malo, las escenas de la policia deteniendo a los colaboradores japoneses de Sorge son a menudo incomprensibles (a lo que ayuda que por una pureza mística, hayan sido editadas en japonés; ¿pero cuántos idiomas tengo que saber para leer un comic?).

En realidad lo salva lo fascinante de la historia, porque si no... ni el tato se hubiera leído el libro.

Lion man of the Hohlenstein Stadel



32.000 años de antigüedad.

domingo, 24 de enero de 2010

Llamadas telefónicas (Roberto Bolaños)


Muchos cuentos buenos, pero el de la Sensini, sensacional.

lunes, 18 de enero de 2010

A Crude Awakening: The Oil Crash



Los cojones de corbata...

domingo, 17 de enero de 2010

Jacques el fatatalista

Texto en francés.

Al final, ni me importó que Jacques no me contara la historia de sus amores...

martes, 12 de enero de 2010

lunes, 11 de enero de 2010

Eric Rohmer (1920-2010)



Hora de volver a verse algún cuento moral.

domingo, 10 de enero de 2010

Demian

Die Geschichte von Emil Sinclairs Jugend, H.Hesse: Tras pasarnos medio libro leyendo sobre cosas de críos, descubrimos que al protagonista  Emil Sinclairs le pone la madre de su amigo Demian. Esta buena mujer intenta quitárselo de encima con pseudoteosofías, pero ante la insistencia del chaval, espera a que se vaya  la guerra antes de darle un achuchón de puritita compasión. El pobre Sinclair continua con sus devaneos mentales hasta que le tiran un obús, situación esta que lejos de arredrar a nuestro héroe le hace creer que Demian se halla en la litera de al lado y que le besa en los labios, lo que según le debe parecer, equivale a toda la sabiduría humana pasada y futura. No quiero ni pensar en qué tipo de hospital estaría, pero su vecino de litera debía ser un aprovechado de mucho cuidado. Dios quiera que nunca caiga en la seguridad social alemana... 


Pretencioso, pseudomístico, adolescente, el libro es sólo tolerable entre los 13 y los 17 años, que es cuando uno es así de tonto. A los 46, lo que me dieron ganas es de pedir la ejecución sumarísima del comité Nobel de literatura por darle el premio a Hesse. ¿Pero en qué estaban pensando?