Emma es una niña rica de la campiña británica a la que no le falta de nada para ser feliz: dinero, amigos, el cariño de sus semejantes, talento... El único problema es que, cuando se trata de personas, es incapaz de ver lo que tiene delante de sus narices, y su engreimiento le hace actuar de una forma bastante desconsiderada.
Como todas las novelas de Jane Austen, me gustó bastante, aunque la encontré bastante menos ligera que "Persuasión " u "Orgullo y Prejuicio". Abundan en exceso (sobre todo en la primera mitad) las conversaciones repetidas, las descripciones psicológicas, y el monólogo interno de la protagonista. Me pasé toda la novela pensando que Emma era una pardilla de cuidado, y suerte tuvo de no quedarse para vestir santos.
Cosas varias que encuentro por ahí...
domingo, 4 de diciembre de 2011
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