Cosas varias que encuentro por ahí...

domingo, 15 de febrero de 2015

Flowers for Algernon, de Daniel Keyes

    Uno de los libros más tristes que he leído, de tal forma que aún me deja apenado tan solo escribiendo esta entrada.

    Charlie, un deficiente mental entra en un programa de prueba para mejorar su inteligencia. El tratamiento se ha experimntado en un ratón, Algernon, con el que Charlie se ira identificando en todos los momentos de su historia.

    Típica estructura de ascensión, triunfo y ocaso. Muy buena novela. Se la recomiendo a cualquiera. Esto era la buena ciencia ficción americana de los 50, 60's.

Crónicas de Jerusalén, de Guy Delisle

    Otro viaje de Delisle siguiendo a su esposa. En este caso a Jerusalen, donde Delisle intenta entender cómo vive la gente y por qué del conflicto palestino.

    Explica mejor que cien mil de esos politólogos tan sabios lo que está pasando. Muy recomendable, y a mi gusto uno de los libros imprescindibles de Delisle.

Guía del mal padre, vols 1 y 2, de Guy Delisle

    Burradas varias que Delisle les hace a sus hijos con un sentido del humor a veces hasta pesado, pero siempre divertido. Está bien, sobre todo con todo el rollo moderno de lo maravillosos que son los niños bla bla bla.

Congreso de futurología, de Stanislaw Lem.

    Pillé este libro por tres euros al lado de casa, pensando que no lo había leído. Cuando llevaba un rato me dije "Esta traducción es infame, ¿quién es el responsable?" y ví que era un tal Melitón Bustamante. "¿Pero quién es el equ tradujo el resto de libros de Lem que tengo en la estantería?" y entonces ví que este sujeto sólo había traducido éste, y que encima ya tenía un ejemplar que compré hace 20 años...

    Es increíble que sujetos como este pudieran traducir nada. Ni saben polaco, ni saben español. Propongo la persecución y caza de Don Melitón, aunque la verdad es que igual un nombre tan absurdo no deja de ser un seudónimo...

    Ijon Tichy va a un congreso de futurología, donde se van a estudiar los asuntos que van a preocupar a la humanidad en el futuro. Una vez allí sufre un ataque psiquicoquímico con drogas que le llevan  a una realidad paralela mientra el congreso sufre el ataque de unos rebeldes. Tras más alucinaciones, Tichy es hibernado y se descubre en un mundo paradisíaco, aunque no todo es como parece.

    Vaya. A ratos muy infantil; hay mejores cosas de Lem. Y muerte a Melitón.

Un asesino solitario, de Elmer Mendoza.

    El autor me lo recomendó Fernando, pero la novela me la compré por azar. Un mafioso de poca monta que vive en el DF es contratado para asesinar en Cualiacán a un candidato. No sabe quién es, pero poco a poco se da cuenta de que hay mucho más que lo que le dijeron inicialmente.

    Lo que más me sorprendió de la novela es el lenguaje, que es una jerga difícil de entender si no eres mexicano parlante. Por lo demás es una trama negra clásica, pero con ese toque costumbrista mexicano que hace a las novelas tan fascinantes.

    Me la leí en un vuelo Mexico DF-Madrid, y la terminé recogiendo el equipaje. Divertida.

La tumba, de José Agustín.

    Otra novela de la generación de la onda mexicana; esta vez escrita por un niño de bien mexicano que odia y desprecia todo lo que le rodea, pero sin poder desembarazarse de nada de ello. El protagonista va pasando por diversos amoríos y borracheras, sin preocuparse de ninguna consecuencia de lo que hace, hasta que al final tiene que enfrentarse al inevitable final.

    Recomendable; a pesar de que el tema podría haber sido un cliché, la escritura es fresca y te atrapa.

Gazapo, de Gustavo Saiz

    Otra novela que me recomendó (y me consiguió) mi amigo Fernando. Es difícil saber qué ocurre realmente; varios chavos se ennovian, intentan acostarse, se pelean con otros, pasa algo con un gato, pero a veces parece que no ha pasado nada de esto y que está pasando otra cosa, sólo para descubrir que lo que lo estaba desmintiendo en tiempo actual no son más que unas páginas escritas o una grabación de magnetófono.

    Me pareció una gran novela, que cuestiona la realidad de forma mucho más eficiente que la mayor parte de toda esa basura postmodernista de individuos preocupados de su ombligo.

lunes, 9 de febrero de 2015

Un rey golpe a golpe, de Patricia Sverlo

    Andaba leyendo algo en prensa donde apareció el nombre de Rodríguez de Carvajal. Busqué un poco y encontré este libro muy crítico con el Borbón.

    No me apreció demasiado bueno. La escritura era floja, y parecía un poco exagerado a veces. No seré yo quién defienda la monarquía, pero las críticas contra ellas deberían ser mejores.

El libro de arena, de Jorge Luis Borges.

    Este fue el primer libro de Borges que leí, cuando era un chico de 15 ó 16 años, con poco dinero pero muchas ganas de leer. Hay varios cuentos que recordaba muy claramente: el del disco, el que es a la Lovercraft, el que da título al libro.

    Me sigue pareciendo un libro maravilloso, que puede abrirse siempre y disfrutarlo. Que pena que Borges no estuviera a la altura de su escritura.

Tal-Botvinnik 1960, de Mikhail Tal.

    Excelente libro. Tal escribe de forma amena y divertida, con abundancia de variantes de gran contenido táctico, y situando siempre al lector en el momento del match al que corresponde cada partida.

    Una delicia de leer, a pesar de que realmente Tal era un gran lancero y Botvinnik siempre es más pedagógico.

Muerte de una heroína roja, de Qiu Xiaolong.

    China al comienzo del gobierno de Deng Xiao Ping; una mujer aparece asesinada en un lago. El caso recae en el inspector Chen, que está intentando hacerse camino dentro de la policia de Shanghai. Chen es un amante de la buena mesa, de la poesía clásica china, y adopta una ética confuciana con respecto a todo lo que le rodea: desde su relación con sus superiores a su relación con las mujeres.

    Es una buena novela negra, con una descripción interesante de bastantes estratos de la sociedad china en un momento delicado de su historia.

martes, 3 de febrero de 2015

Dormir al sol, de Bioy Casares.

    Un hombre no puede aguantar más el mal genio de su esposa (de la que está muy enamorado) y, aconsejado por un amigo, la lleva a una clínica psiquiátrica de apariencia extraña. Tras un cierto tiempo la esposa vuelve extrañamente cambiada aunque muy tranquila, lo que desconcierta al esposo que finalmente volverá a la clínica a averiguar qué es lo que hicieron a su esposa. Pero como dicen en los programas de las películas, la respuesta que encontrará no será la que hubiera deseado.

    Bioy es siempre Bioy, y en este libro está en su salsa. No es de sus mejores novelas, pero es siempre una delicia leerle.

Songs from the distant earth, de Arthur C. Clarke.

    La humanidad ha abandonado la tierra hace siglos y se ha establecido en pequeñas colonias en algunos planetas paradisíacos. A uno de estos (una especie de Hawai), llega una nave que fue una de las primeras en partir, pero que podía desplazarse mucho más lentamente que las que salieron después (de ahí el retraso). El choque entre lo viejo y lo nuevo mantiene la tensión del relato.

    Entretenida, pero realmente, poco más que una novela de verano.

Cuentos de la Taberna del Ciervo Blanco, de Arthur C. Clarke.

    Ni sé cuántas veces he leído los cuentos de este libro, ni nunca olvido lo buenos que son. Los cuenta un parroquiano de bar, inventando lo que no está en los escritos para sorprender al resto de bebedores del local, y todo ello sin abandonar una estricta seriedad científica.

    Muy buenos, y ya no sé cuál prefiero, si el de arar el mar, el de la melodía perfecta, el de la maquina del amor, etc etc. Soberbio.

Burma Chronicles, de Guy Delisle.

    Una vez más Delisle sigue a su esposa en una misión de los MSF, y una vez más se encuentra haciendo de niñero y observando la vida de otro país más, en este caso la antigua Birmania. Delisle es maestro en usar la descripción de situaciones simples para provocar la hilaridad ante el absurdo que suelen encerrar, sobre todo bajo una dictadura tan opresiva como la birmana.

    Me lo volvería a leer.

Noticias del imperio, de Fernando del Paso.

    Fernando me regaló esta novela que me estuvo recomendando durante años. Describe el reinado de Maximiliano y Carlota en México, usando alternativamente la voz de una Carlota vieja y demente en su castillo, y otras voces de los diferentes protagonistas. El estilo oscila entre un lenguaje casi poético, preñado de imágenes muy visuales por parte de Carlota, hasta una mezcla de estilos y técnicos por el resto.

    Me pareció magnífica, aunque a veces se hacen pesados los largos parlamentos de la emperatriz; en cualquier caso, muy recomendable, y hace entender la importancia de Fernando del Paso en la literatura mexicana del final del siglo XX.

In the basement of the ivory tower: The truth about college, de Professor X.

       Un pobre hombre decide comprarse un casoplón que no puede pagar y encima exige gastar más dinero en obras. Desesperado se apunta a dar clases de redacción en una universidad de tercera fila (más bien un community college). La pregunta que subyace es el porqué la universidad se presta a admitir estudiantes que no sólo están por debajo del nivel académico exigido, sino que además nunca llegarán a estarlo.

     Creo que describe bastante bien las trincheras más bajas del sistema universitario americano; no pude evitar acordarme de John Crotty o de los instructors de Maryland.  

domingo, 1 de febrero de 2015

The saliva tree, de Brian W. Aldiss.

    Sólo tengo el cuento que da título al libro. En la campiña inglesa empieza a haber una gran fecundidad. De todo. Y de repente se secan y mueren.

    Da bastante mal rollo, la verdad. Pero el cuento no está mal.

Adios Princesa, de David Rocasolano

    Me dijo mi madre que había cosas interesantes aquí, y uno, de natural chismoso y en unas noches en que no te entra nada sesudo en la cabeza, se lo leyó. Me avergüenzo. Esto es el McDonalds del ensayo. Un bodrio sin ningún interés.

La identidad, de Milan Kundera

    Menudo timo. Hace años que Kundera escribe el mismo libro, pero en éste decidió que todo valía. Una pareja de burguesotes bien pensantes sufre una pequeña crisis que Kundera magnifica para poder hacer un libro que, total, sabe que le van a comprar, y encima al final es todo un sueño o no y que el lector elija. Pues bien, este lector elige que el libro es un timo, una basura e indigno de su autor.

Jung. A very short introduction, de Anthony Stevens.

    Escrito por un admirador ferviente de Jung, que está dispuesto a explicar cualquier posición de su ídolo a pesar de lo discutible que ésta pueda llegar a ser.

    No obstante me gustó, siempre teniendo en claro que lo que Jung hacía no era ciencia, sino vivir su vida de forma más o menos novelesca. No compro la teoría de arquetipos, salvo las partes que puedan explicarse con razones evolutivas, y en ese caso, me parece que explicarlas arquetipicamente no hace mas que introducir confusión en lo que estña realmente ocurriendo. De todas formas, el texto está bien escrito, con un claro esfuerzo de ser claro, y sin intentar ser pretencioso.

    Por otra parte, cuesta entender que hubiera gente que pusiera su salud mental en manos de un hombre que pasó por cuatro años esquizoides, pero qué coño, eran los sesenta.

Historia de Alemania, de Mary Fulbrook.

    Libro de texto; unas 260 páginas. La autora unifica la historia de Alemania intentando entender porqué llevó tanto el que Alemania terminara siendo un estado central, siendo que sus vecinos lo eran desde mucho tiempo atrás. Hay varias razones para ellos: el haber sido parte del Imperio Carolingio, la fragmentación en unidades pequeñas pero suficientemente fuertes en comparación con los posibles centros de unificación, razones religiosas, e intereses externos.

    La autora es bastante sucinta, pero el libro es una buena introducción para empezar a leer un poco más (cosa que no sé si tendré tiempo de hacer...).

Naruto, vols. 53-55.

    Naruto está en no sé dónde aprendiendo no sé qué. Se pega con no sé qué tipos, y encima hay una guerra global entre todas las villas y no sé qué enemigos pero que se ven muy feos. Ni sé quién gana, aunque creo que Naruto, que al final exalta la amistad y lo bueno que es estar rodeado de la gente que quiere y no dejarse llevar por la ira.

    Los siguientes tres volúmenes que me lea van a ser igual; de eso estoy seguro.