Una vez más Delisle sigue a su esposa en una misión de los MSF, y una vez más se encuentra haciendo de niñero y observando la vida de otro país más, en este caso la antigua Birmania. Delisle es maestro en usar la descripción de situaciones simples para provocar la hilaridad ante el absurdo que suelen encerrar, sobre todo bajo una dictadura tan opresiva como la birmana.
Me lo volvería a leer.
Cosas varias que encuentro por ahí...
martes, 3 de febrero de 2015
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